12. The cheating.

Narra Lucia (bff):
Louis siempre me estaba diciendo que tenían problemas en el trabajo por culpa de Liam, que estaba distraído y siempre pendiente de otra cosa. Yo se lo atribuía a mi amiga Lucía por, bueno... ya sabéis...
Un día tuve un plan, no sería muy honrado pero Lucía parecía dispersa últimamente. Le pasaba algo extraño, y aunque ella no lo quería reconocer ante mí me temía que algo le pasaba con Luke, uno de los miembros de 5 Seconds Of Summer. Se me ocurrió hacer que Liam y Lucía rompieran, aunque no estaría muy bien al menos le aclararía las ideas. Se lo comenté a Louis y le pareció buena idea, aunque no le convencía del todo hacer daño a uno de sus mejores amigos, pero sabía que era por una buena causa. O no tan buena... pero aceptó.
El plan consistiría en que Lucía tenía que ver a Liam besarse con otra persona que no fuera ella. Tampoco tendría que ser yo, porque me odiaría para siempre.

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Narro yo:
Hoy los chicos tenían el día libre y decidimos ir a pasear. Mala idea.
Por un momento pensaron que eran personas normales, pero no. Después de apenas cinco minutos ya estábamos rodeados de fans. Nos encerramos en una tienda para escapar de aquellas personas. Tuvimos suerte, porque no nos metimos en cualquier tienda. Ni mas ni menos fuimos a parar a una tienda de chuches. 

Por supuesto, el tiempo que estuvimos en la tienda el personal no dejó entrar a nadie, por lo que fue mas alucinante aún. ¡Teníamos una tienda entera de chuches para nosotros solos!

-Si queréis podéis coger algo chicos- dijo la dependiente.



-¡Menos mal!- añadió Niall-, porque si no me iba a volver loco rodeado de dulces y sin poder comérmelos.
-¿Quienes sois vosotras?- preguntó la chica.
-Unas amigas- dijo Zayn y miró pícaramente a Louis y a Liam.
-Son las Lucías- comentó Harry.
-Las dos se llaman igual- explicó Niall con la boca llena de dulces. Apenas se le podía entender.
-Mas despacio, Niall. Te vas a acabar comiendo la tienda entera- dije y reimos todos menos Niall que hizo como si no hubiese escuchado el comentario y siguió comiendo.
-Me llamo Jane, encantada- dijo sonriente.
-Encantada.- dije y le sonreí. Lucía hizo lo mismo.
-¿Queréis que ponga algo de música?- dijo Jane.
-¡Vale!- Exclamamos todos a la vez.
Empezó a sonar una melodía acompañada de....

Oh no, did I get too close oh?
Oh, did I almost see what's really on the inside?
 

-¿¡Unconditionally!?- exclamé sobresaltada. Los chicos a mi alrededor se miraron extrañados.

-Eh si- dijo Jane asustada- ¿Te gusta?

-¿¡Bromeas!?. ¡¡La amo!!- mientras hablaba enloquecida los chicos me miraban como si estuviera loca.- Bueno... tampoco me gusta tanto.- Dije intentando disimular un poco. Pero como nadie me creía después de lo loca que me había puesto.- Esta bien... ¡¡La adoro!!
-Me alegro de que te guste tanto.
-Perdona por el sobresalto- añadí-, es que las chuches me ponen muy, pero que muy contenta. Sobre todo el chocolate y por aquí no escasea demasiado. Después de que todo este escándalo acabe podemos ir a tomar algo todos juntos- le dije a Jane.
-Me encantaría- respondió ella.

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Después de varios días Jane se había vuelto amiga nuestra y su cara no paraba de salir en los titulares de la prensa, lo que a ella le gustaba y a la vez no.

Narra Lucía (bff):
Ya la tenía, la pieza final de mi plan. Ya tenía a la persona que haría el trabajo sucio. La persona que besaría a Liam. Jane.
Me costó convencerla para que lo hiciera, porque según ella decía había que serle fiel a los amigos. Ella no conseguía entender porque lo hacía. Ni yo misma lo entendía, pero sabía que era lo correcto.
El plan consistiría en que Lucía tenía que estar en su habitación, con la puerta abierta, y tenía que ver como ellos se besaban. Tampoco era tan complicado.
Para que Liam no supiese que Lucía estaba en la habitación contigua la luz tendría que estar apagado, por lo que alguien tendría que estar con ella en la habitación. Yo me encargaría de eso. Además Liam tendría que pensar que Lucía no estaba en casa, por si acaso.

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Narro yo:
Lucía y yo volvimos tarde a casa. Estuvimos toda la tarde fuera de compras. Al principio pensamos en ir de viaje a un pequeño pueblo de Irlanda para pasar el fin de semana, pero al final no resultó por el mal tiempo.
-¡No puede ser!- dijo Lucía histérica mirando en el bolso.
-¿Qué pasa?
-Se me han olvidado las llaves.
-Pues llamamos al timbre. No veo el problema.
-Los chicos no están en casa. Me dijeron que hoy iban a salir con unos amigos. Pero podríamos.... Mejor no. Esperamos a que vuelvan.
-¡No!- grité- ¿Qué se te ha ocurrido? Es que tengo que ir urgentemente al baño.
-Jajaja- se rió Lucia-. Podríamos subir por la pared, no ves que tiene una enredadera bastante frondosa, y luego meternos por la ventana que da a nuestra habitación, la cual nunca cierro con llave.
-Vale, pero tu ve detrás de mí por si me caigo caerme encima de ti- bromee.
Lucía empezó a subir por la enredadera ágilmente. Me sorprendió que fuese tan rápida al subir, porque al contrario yo era bastante torpe y casi me caigo varias veces.
Entramos por la ventana y Lucía me dijo que se había descargado una canción nueva y que debería oírla. Me puse los cascos y me tumbé en la cama. Ella apagó la luz y me indicó que cerrara los ojos que así me sentiría como si la canción fuese dirigida para mí.
Le di al botón del play y la canción empezó a sonar. Lucía ya había apagado la luz, no me dio tiempo a cerrar los ojos cuando otra luz se encendió en el pasillo. No le di mucha importancia pensando que eran los chicos. Vi a Liam, subía por las escaleras. Estaba con Jane, lo que me pareció un poco extraño, porque Jane era mas amiga nuestra que de ellos. Se pararon en frente de nuestro cuarto y entonces lo vi. Jane se abalanzó sobre Liam y le besó. Si fuese solo Jane la que lo besó y ya esta no me habría importado demasiado, bueno... habría tenido una que otra pelea pero todo se habría solucionado. Pero no. No fue solo ella. A Liam no le importó. Se dejó besar. Jane se fue corriendo. Y tras ella se oyó un grito proveniente de Liam que decía su nombre.
Lucía encendió bruscamente la luz. Liam se giró para ver que pasaba. Nos vió. A Lucía y a mi. Me toqué la mejilla para apartarme la lágrima que tristemente la recorría. Lucía salió de la habitación. Acto seguido empujó a Liam dentro y de un brusco manotazo cerró la puerta dejándonos a solas.